Directora del diario «La Vanguardia» siendo la primera mujer en españa en estar al frente de un diario de tirada nacional. Periodista y escritora.
Nacida en 1889 en La Coruña aunque gran parte de su vida la pasó en Barcelona por el trabajo de su padre. Se cuenta que se formó como periodista de manera autodidacta en la cocina de su casa, pues eran unos estudios vetados a las mujeres a principios del siglo XX.
Tras diplomarse en Filosofía y Letras en la Universidad Nova, dió su primeros pasos en el periodismo al frente de la revista «Hogar y moda» en 1921. Las mujeres escribíany firmaban los artículos en revistas y algunas columnas de periódicos, pero no ejercían un periodismo «activo».
En 1923, tras enviar el periódico «La Vanguardia» unos ensayos sober Don Juan y teatro para niños, dada su gran calidad literaria, la pusieron al cargo de la crítica cinematográfica, si bien firmaba sus críticas bajo pseudónimoa (Felipe Centeno). Poco a poco se hace hueco en la redacción donde era la única mujer y la ascienden para que se encargue de la crítica teatral donde empieza a firmar con su nombre.
Su trabajo como crítica cinematográfica le abrió las puertas de la productora Paramount Pictures (que desconcían que fuese mujer). Fué contratada como asesora literaria de sus películas y cuando se produjo el salto al cine sonoro, se encargó de la traducción y adaptación de sus diálogos.
Trabajó a la par para el díario «El Sol» haciendose cargao de la página «La mujer el niño y el hogar».
En 1931 presidió la Residencia Internacional de Señoritas Estudiantes.
A pesar de su gran carga de trabajo nunca dejó la actividad literaria publicando varios libros, centrándose en la literatura infantil realizando adaptaciones de obras maestras. Fueron publicadas bajo una editorial que ella misma dirigía «Ediciones Araluce».
En 1936, al comienzo de la Guerra Civil, el director de «La Vanguardia» huye del país y el comité del diario decide nombrar a María Luz Morales directora del periódico. En su discurso de aceptación hace especial hincapié en que se va a centrar exclusivamente el periodismo dejando de lado la parte política. Sólo pudo ocupar el puesto durante 6 meses debido a la situación de guerra.
Durante la guerra y la posterior dictadura siguió su actividad literaria, no así la periodista puesto que en 1940 fue encarcelada durante 40 días debido a su pertenencia a un diario no autorizado. No fué hasta la muerte de franco y la transición cuando fue rehabilitada como periodista en enero de 1978.
Trabajó como redactora en el «Diario de Barcelona» hasta su muerte en 1980.